"La mejor alternativa futura al silicio son las células de plástico"

Madrid- Almudena Martín

El desarrollo de nuevas tecnologías para aprovechar los recursos renovables y reducir las emisiones contaminantes procedentes de los combustibles fósiles presenta un futuro prometedor. España se ha convertido en los últimos años en uno de los mayores productores de energía solar, aunque el número de investigadores es aún demasiado bajo. El catedrático de Química Orgánica de la Universidad Complutense de Madrid, Nazarío Martín, galardonado con el XVII Premio DuPont 2007, da su visión sobre la fotovoltaica.

¿Qué importancia tienen las energías alternativas?
Las energías alternativas o limpias son necesarias para resolver los problemas derivados de los combustibles fósiles. Este tipo de combustible es limitado, de tal manera que hay que buscar materiales bajos en carbono que a través de su combustión no expulsen CO2 y así evitar los problemas perniciosos que todos conocemos. Debemos apostar por las energías alternativas. La intención es sustituir los combustibles fósiles progresivamente por energías limpias, de modo que no dependamos tanto de la importación de energía.

¿Qué fuentes energéticas considera más óptimas?
El sol indudablemente. La energía que el sol irradia a la tierra en una hora es la que consume todo el planeta en un año. Tenemos un exceso de energía que no sabemos aprovechar. Es la más deseable aunque desgraciadamente no la más eficiente ya que los procesos de transformación de energía solar a eléctrica son todavía modestos. El sol es limpio, barato, inagotable y llega a toda la tierra. Si esta tecnología se desarrollase, España se vería beneficiada por su situación geográfica. Otro tipo de fuente energética importante es la eólica. Leí en la prensa que en un día muy ventoso de noviembre, el 30% de la energía consumida en España ese día, se había producido a partir de los molinos de viento. Esto es realmente fabuloso.

¿Qué ventajas tienen las células orgánicas frente a las células de silicio?
Cuando hablamos de células fotovoltaicas hablamos básicamente de células de silicio. La eficiencia del silicio está entre el 25-30%. Hay diferentes tipos, el más eficaz es el monocristalino, pero también es el más costoso. Este material muy común en la electrónica avanzada, comenzó a utilizarse para fines espaciales. La mejor alternativa futura al silicio son las células de plástico, que no pretenden sustituirlo sino complementar lo que ya existe. Estas células están compuestas de un polímero semiconductor con moléculas de fullerenos (derivados del carbono), descubiertas recientemente y con grandes propiedades electrónicas. A diferencia del silicio que es más rígido, las células de polímero son más flexibles, ligeras y moldeables, además de ser más baratas. Los inconvenientes de las células orgánicas son su inestabilidad frente a las condiciones atmosféricas y su menor eficiencia.

¿Cómo sitúa a España en el campo de la energía fotovoltaica?
La tecnología española en fotovoltaica es de las mejores del mundo. España está entre los países productores de células fotovoltaicas de silicio más importantes. Hasta hace poco tiempo éramos el principal país en Europa, hasta que Alemania nos ha desbancado.

¿Cómo ve el futuro de la energía fotovoltaica en los hogares?
Ya existen ventanas inteligentes fabricadas con materiales poliméricos que en función de la luz que reciben se oscurecen o se vuelven translúcidas. En este caso no producen energía eléctrica, pero no se descarta que en un futuro puedan, a través de la irradiación que reciben, convertir los fotones en electrones. Los paneles solares actuales son de silicio ya que las células de plástico aún no se comercializan. Nos encontramos en una fase en la que estamos intentando aumentar su eficiencia. La novedad es que las células orgánicas podrán ser incluso más eficaces que las de silicio en zonas donde no de directamente el sol, por ejemplo en los interiores.

¿Cuál es el futuro de la ciencia en España?
El conocimiento de la ciencia en España es alarmantemente bajo comparado con otros países europeos y está decreciendo el número de estudiantes universitarios en este ámbito. En beneficio del desarrollo de nuestra sociedad, los responsables de educación deberían tomar medidas y transmitir un mayor conocimiento de ciencia básica desde la escuela primaria. Actualmente está en proyecto la creación del Instituto IMDEA-Nanociencia que dará impulso a una investigación científica de alto nivel.